domingo, 13 de julio de 2014

Autoestima en números rojos.

Tengo el autoestima en números rojos
pero no un rojo de esos carmín
que dejan besos en vuestras camisas blancas.
Tengo el autoestima en número rojos
un rojo de esos que dejan marca
en mis espejos rotos.

Que me ves aquí, valiente,
subida a este escenario,
leyéndote mis poemas,
pero en realidad tengo vértigo.
Vértigo a las alturas.
Vértigo a hablar en público.
Vértigo a desnudarme el alma
y que no nos guste lo que encontremos.

Que esa que te canta en la cama
no le ha cantado nunca a nadie
ni siquiera a ella misma.

Que soy poema que suena a valor
pero no soy valiente,
ni siquiera dulce chocolate amargo.
Soy solamente un montón de sangre
cansada de latir.
Y nunca pensé que diría esto...
pero
estoy
cansada
de latir.
Cansada de latirle al resto
sin haberme latido
primero a mí.
Porque esa gata  salvaje que ves acercarse a tu boca,
sexy
decidida,
no sabe todavía cómo mirarse al espejo
(ni desnuda ni sin ropa).

Así que renuncio de todo esto:
al rojo pasión,
a los números que no cuentan cuentos,
al sexo sin amor,
al amor sin sexo.

Al amor

sin

mí.

Sara

No hay comentarios:

Publicar un comentario